Hace unos días (o menos) le mantengo un cierto odio al blog. No se que le pasa. No es lo que quiero que sea. Hasta deje de entrar y encontré otras formas de llegar a donde me gusta. Pero no.
Ultimamente lo siento tan banal e impersonal que no soporto leerlo. Imaginar que hay en los últimos 10 comentarios me molesta.
Ya no puedo reconocer al culpable de tantos comentarios perdidos por cuestiones logísticas. Inestabilidad del coaxil o mia?
La emoción que supo generar letras y alaridos se transformo. Eso que la supo originar se dejo perder y olvidar. Pero dejemoslo ahí, ya que ahí quedo.
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