4.28.2008

Hoy la vida me planteo un dilema moral.
No voy a relatarlo. Pero les cuento:
Este consistía en la concepción social de la Humanidad como adjetivo medible y rankeable.
Fui totalmente ajeno, no participe. Me alegro mucho, fuera de su funesta naturaleza. Belgrnao esta lleno de humanos... (???)
Es una lucha muy adolescente la mía, me parece hasta innecesaria... tantos vivieron prósperamente sin armarse y sobrevivieron para contarlo. Natan destinos trágicos los nuestros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Trágicos o no:

Anoche aprendí algo genial, tratar de ver nuestras vidas como un todo, sin compararla con las demás personas. Y ahí simplemente ponerse a mejorar y ya.
Pero solo instantes lo vislumbro.

Y además: lo dice Edipo, la segunda vez que lo leí, algo así como que no se sabe el destino de un hombre hasta el día de su muerte, es decir, como el cuento del viejo que decía "Será para bién, será para mal... ya se verá"

;)

Como te disfruto amigo.

Armarse de pensamientos, verdad?
Te juro que los que no piensan se pierden mucho. Creo yo que el nuestro es un camino de vuelta.
Que es distinto a nunca haber caminado.
Me comprendés.

Si usasemos las armas para desnudar a ajenos seres veríamos lo estupido de la envidia... Algún día nos salga.

Anónimo dijo...

Como me valoro al contestar tus palabras :)!

Anónimo dijo...

Agrego, pensé:

El grado de humanidad es bastante paralelo al grado de felicidad.